El noble linaje de los Abad o Abades, que todo es uno, procede del señorío de Vizcaya. A su vez, salieron de estos solares los fundadores de varias ramas del apellido Abad, que se extendieron por diversas regiones de España y América. En la rama de Valencia, de las montañas de Jaca, por Martín Fernández Abad, señor de Castellanos, procedió Pedro Abad, a quien abad y los monjes del monasterio de Ripoll enviaron a expensas suyas, capitaneando un tercio de tropas, a la conquista de Valencia.
Fue también de los que ganaron Alcoy en 1255, donde quedó heredado, extendiéndose su decedencia por las villas de Muro, Játiva, Elda y Novelda. En varios nobiliarios, al hablar de este apellido, se dice que los Abad de Aragón y Valencia, por la desgraciada muerte de un pariente, comenzaron a vestir de negro y empezaron a llamarse Abades, dejando durante algún tiempo de usar el apellido que antes tenían. De ahí el que los apellidos Abad y Abades sean uno mismo.
Blasón de la familia Abades
En campo de azur, un perro rampante al natural.