Noble linaje, que tuvo su primitivo asiento en el lugar de Secadura, de la antigua merindad de Trasmiera, montañas de Santander, y hoy perteneciente al Ayuntamiento de Junta del Voto, partido judicial de Laredo. El linaje de esta ilustre familia se remonta a Don Fernán Sanz de Alvarado, Señor de la Casa Solariega de su apellido en las montañas de Burgos y Doña María González de Aguiar, su legítima mujer, descendientes a su vez de unos caballeros godos, de estirpe Real, que ayudaron a Don Pelayo en sus primeras luchas contra los moros, los cuales derribaron, en el año 720, las casas que poseían aquéllos en la merindad de Trasmiera.
En el 744 fueron reedificadas las casas de los Alvarado. Tambien se puede encontrar a quien dice que el linaje Alvarado procede de un caballero francés que vino a España para visitar el sepulcro del Apóstol Santiago, y que quedó establecido en nuestra Patria, en la merindad del Trasmiera, para servir a Dios peleando contra los moros. Desde Cantabria, salieron los Alvarados para fundar diversas ramas en otras regiones de España y de América.
En Galicia, los hallamos muy bien emparentados con antiguas y poderosas familias, como los Sobrado, con descendencia actual en la villa de Lugo. El progenitor del apellido Alvarado fue I. Pedro de Secadura, que tuvo por hijo y sucesor a II. Pedro de Secadura, segundo del nombre, que casó con una hija de Martín Velas de Rada, en la que procreó a 1º. Fernando Sánchez del Varado, que sigue; y a 2º. Juan Sánchez del Varado. Estos dos hermanos se apellidaron así porque a su abuelo, Pedro de Secadura, le habían llamado el Varado, con motivo de las dos varas que puso a modo de barandillas en el puente de maderos que construyó sobre el río próximo a su casa. III. El primero, Fernando Sánchez del Varado, contrajo matrimonio con una hija de Pedro González de Agüero, naciendo de esta unión 1º. Juan Sánchez de Alvarado, que sigue; y 2º. Garci Sánchez de Varado, que valió mucho y pobló en Estremeaña, y no tuvo sucesión. IV.
El primogénito, Juan Sánchez de Alvarado, fue el primero que, modificando el Varado, se apellidó Alvarado. Casó con una hija de Gonzalo Gutiérrez de la Calleja, el Viejo, de la que tuvo, entre otros hijos, a 1º. Fernando Sánchez Alvarado, que sigue; y a 2º. Sancho Sánchez Alvarado, que contrajo matrimonio con una hija de Gonzalo Pérez del Hoyo, naciendo de esta unión Juan Alvarado. V. El primero, Fernando Sánchez Alvarado, fue Señor de la casa de Alvarado de Secadura y Capitán famoso, que ganó gran nombre en las guerras de Francia, sirviendo al Rey de Aragón y a su hijo el Príncipe Don Fernando. Se distinguió también en la batalla de Prats del Rey, en Cataluña, dada contra el Condestable de Portugal el 28 de febrero de 1465 y en la defensa de la fortaleza de dicho Prats del Rey, que le confió el Príncipe le armó caballero por su propia mano y le confirió poderes para que, a su vez, armase caballeros a los que lo mereciesen, por lo que puso en sus armas este lema: “Armóme,/ para que, armado / de nuevas armas, armase / a quien de ser se preciase / que sabe que me e preciado. ” Casó este don Fernando Sánchez Alvarado con una nieta de Mosén Rubín de Bracamonte, y tuvo de ella varios hijos, cuyos Linaje descendientes formaron una noble familia conocida por el apellido unido de Alvarado Bracamonte.
Juan Sánchez del Varado, hijo segundo de Pedro de Secadura, segundo del nombre, y hermano del Fernando citado en el párrafo tercero de la anterior rama, casó con una hija de Rui Martínez, de Solórzano, y tuvo de ella a 1º. Juan Sánchez Alvarado, tercero del nombre; y a 2º. Gonzalo Pérez Alvarado. Juan se unió en matrimonio con Mari Alonso, hija de Pedro González de Agüero, y Gonzalo casó con una de Zevallos, y ambos tuvieron varios hijos. De los dos hijos del Pedro de Secadura, segundo del nombre, Fernando Sánchez del Varado y Juan Sánchez del Varado, proceden las tres ramas de Alvarado, con los solares distintos en la provincia de Santander, que dieron motivo a las líneas que extendieron el apellido por otras regiones de España y por América. Las casas solares de esas tres ramas radicaron:Una, como ya se ha dicho, en el lugar de Secadura, y fue la casa matriz y primitiva del linaje. Otra en el lugar de Ogarrio, del valle de Ruesga, partido judicial de Ramales Otra en la villa de Colindres, del partido judicial de Laredo. De estos solares dimanaron otras casas en la provincia de Santander, tales como las de Laredo, Limpias, Rasines y Aloños, dando también motivo a los Alvarado de Aragón, Castilla, Extremadura, Andalucía, Canarias y América. El tronco de la familia Alvarado en Canarias, lo inicia Don Diego de Alvarado, III del nombre, Caballero profeso del Hábito de Santiago, Maestre de Campo de Infantería española, que sirvió muchos años con gran distinción en la Armada del Mar Oceánico, en África y en Italia. Fue Gobernador y Corregidor y Capitán de guerra de las islas de Tenerife y La Palma, por Su Majestad (1624 a1631) y Fortificador General de las Islas Canarias por el Capitán General Don Francisco de Andía en 1625. La Historia hace grandes elogios de las virtudes de Don Diego, de su honrosa actuación, rectitud y celosa administración: \»Durante estos cuidados (los de nuestras guerras con Inglaterra y Holanda y los temores a invasiones africanas), los únicos caudillos que animaban las Islas eran el entusiasmo de la patria, la confianza que tenía el Rey a la antigua fidelidad de los canarios y el celo del Gobernador de Tenerife Don Diego de Alvarado, hombre sociable, de superiores talentos y política. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo, muchos fueron los hombres y mujeres que cruzaron el Atlántico en busca de un nuevo horizonte y, en concreto, los que portaban el apellido Alvarado, extendieron su linaje por América. Así pues, en el Archivo General de Indias, donde consta el nombre de los pasajeros que viajaron al Nuevo Mundo, encontramos que Diego de Alvarado, natural de Ampuero, soltero, hijo de Bartolomé González de Alvarado y de María González, partió hacia el Perú el 2 de diciembre de 1591. Armas Las primitivas: en campo de azur, un castillo de oro, surmontado de un águila del mismo metal. Otros: en campo de oro, una flor de lis de gules y en punta ondas marinas de azur y plata, que llegan hasta cubrir el pie de dicha flor. Otros: cortado de plata, con un chevrón de sable, acompañado en el cantón izquierdo del jefe, de un mazo de lo mismo, que es de Bracamonte. 2º, en campo de oro, cinco flores de lis de azur, puestas en sotuer; la punta de ondas de azur y plata, que es de Alvarado.
Los de Limpias, Laredo, Ogarrio, y algunas de Extremadura, Castilla y Andalucia:: en campo de oro, cinco flores de lis de azur, puestas en sotuer y en punta ondas de azur y plata. Otros ponen solo cuatro flores de lis. y otros añaden bordura de azur con ocho sotueres de oro Otros: escudo partido: la primera partición de oro, con las cinco flores de lis de azur, puestas en sotuer, y la segunda partición, ondeada de azur y plata. Otros de Castilla, Andalucía y Extremadura y Los de Colindres: en campo de oro, cuatro flores de lis de azur, puestas dos en palo y tres en faja, de modo que forman ángulo, y el cantón diestro del jefe de plata con tres fajas de azur ondeadas. Algunos lo aumentan con una bordura de azur, que lleva ocho sotueres de oro y cinco castillos de plata. Otros, en Castilla, traen también ese escudo, pero pintan seis flores de lis, en vez de cinco y de cuatro, y ponen en el cantón del jefe cuatro fajas ondeadas de azur, en lugar de tres. Algunos de Castilla: en campo de oro, seis flores de lis de azur, puestas tres y tres. Otros, de Castilla: escudo cortado: la primera partición, de plata, con tres flores de lis de gules, puestas en roque, y la segunda partición, de plata, con dos fajas ondeadas de azur.
Otros, también de Castilla: escudo de plata, con una cotiza de gules, acompañada de cuatro flores de lis de azur y cargada de otra del mismo color, de forma que las cinco flores aparecen puestas en sotuer, y en el cantón siniestro del jefe, de sinople, con tres fajas ondeadas de azur y plata. Los de Membibre (Segovia): escudo partido: la primera partición, de oro, con cuatro flores de lis de azur, puestas en cruz, y la segunda partición, con ondas de azur y plata. Los Alvarado Bracamonte tienen: Escudo cuartelado: 1º y 4º, de oro, con la flor de lis de gules y las ondas de azur y plata en punta, por Alvarado, y 2º y 3º, de sable, con una noria de oro, por Bracamonte. Los de Undués de Lerda y de la Almunia de Doña Godina, en Aragón escudo de sable, con cuatro flores de lis de oro. Los de la casa de Tauste, también en Aragón: en campo de oro, seis flores de lis de sable, puestas tres y tres. Los de Valencia tienen: Escudo de gules, con cuatro flores de lis de plata, y en punta, ondas de mar de azur y plata. Algunos de la merindad de Trasmiera: en campo de oro, las cinco flores de lis puestas en sotuer, pero ajedreadas de plata y gules. Otros, pintan esas cinco flores de plata, en campo de sable. Otros: escudo de oro, con cuatro flores de lis de azur, partido de veros de azur y plata, en cuatro órdenes. Otros: Escudo de azur, con cuatro flores de lis de oro; partido de oro, con cuatro panelas de gules. Los Alvarado y Azpeitia, de la rama de Extremadura, y que pasaron a América, tenían dos escudos: Uno, Escudo partido: la primera partición, de oro, con cinco flores de lis de azur, puestas en sotuer, y en punta un ancla de hierro, que es de Alvarado, y la segunda partición de gules, con un león rampante, de oro, que es de Azpeitia. El otro escudo es, en campo de gules, un castillo de piedra, y de la puerta, pendiente con cadena, una caldera negra con perfiles de oro, y empinados a ella dos lobos de sable, y encadenados a la puerta.
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