El linaje de este noble apellido es de orígen muy antiguo. Por referencias de historiadores de la época en los archivos registrados de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la batalla de Alarcos donde Alfonso VIII, rey de Castilla, fué derrotado en 1195 y donde el propio rey acompañado de sus huestes, entre las que formaban parte miembros de esta familia, resistieron heroicamente aunque posteriormente fueron excomulgados por el papa Celestino III. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la escolta que acompañó al futuro rey D. Felipe, hijo de Carlos I (V de Alemania), de la Coruña a Southampton el 20 de Julio de 1554 para la celebración de su boda con la poco agraciada Doña Maria Tudor, llamada la sanguinaria, reina de Inglaterra e hija de Enrique VIII. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Baanante. Son sus armas: En plata, cinco cerezos, de sinople, puestos en aspa, arrancados y frutados de gules. El estudio del escudo heráldico familiar nos habla de quienes formaron el orígen de la familia Baanante, pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales; los esmaltes del arma de los Baanante pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria, éxito y la elocuencia.
Escudo de la familia Baanante
En plata, cinco cerezos, de sinople, puestos en aspa, arrancados y frutados de gules