Barbastro

31 marzo, 2011| Estudios Heráldicos

De oro con cuatro palos de gules cargado de un escudo circular de sinople con seis bustos barbados.

Cuando los romanos llegaron al Valle del Ebro, encontraron el Somontano pirenaico poblado por los ilergetes. Las capitales ilergetes se encontraban en Ilerda y Osca (Lérida y Huesca), y Barbastro se situaba en el centro. En aquellas épocas, Barbastro no tuvo un gran esplendor. Con la invasión árabe, la población se convirtió en una de las capitales de la Marca Superior , junto a Zaragoza, Huesca, Lérida y Tudela. En el siglo IX, Jalaf ibn Rasid fundó (o reconstruyó, según los autores) Barbastro. La levantó como una fortaleza para defender la zona contra los cristianos, dotándola de una estructura regular, con dos calles que se cruzan perpendicularmente y de las que nacen otras de trazado rectilíneo.

La futura ciudad quedó definida como un campamento militar, capital de la Barbitaniya. En el año 918 se añadieron a este esquema dos barrios, los actuales del Arrabal y de San Miguel. Los árabes crearon asimismo una huerta que ha abastecido a la ciudad hasta el siglo XX. En junio de 1064 los ejércitos cristianos toman la ciudad. La mayoría de los historiadores consideran la conquista de Barbastro como la primera cruzada de la historia, predicada por el Papa Alejandro II. Otros defienden, sin embargo, que la conquista la llevó a cabo un grupo de mercenarios europeos que saquearon la ciudad. Los harenes de Barbastro eran codiciados por su fama de ricos y refinados. Las crónicas hablan de la ejecución de todos los hombres de la plaza. La ciudad fue recuperada de nuevo por los árabes, pero en 1100 la volvió a retomar el rey aragonés Pedro I. La época de mayor esplendor de la ciudad fue en el siglo XVI. De este siglo datan los principales edificios de Barbastro, como la catedral o los mejores palacios de la población. Se crearon nuevos barrios, y la población creció hasta los 5.000 habitantes. A mediados del siglos XX, con la despoblación de las zonas rurales del Alto Aragón, Barbastro vuelve a crecer y desarrollarse.Barbastro es el centro de la denominación de origen de los vinos del Somontano. Las actividades agrícolas más importantes están ligadas a los vinos, a la producción de aceite, frutos secos y cereales. La ciudad cuenta con varias industrias de electrodomésticos e hilos de importancia. Los servicios también son relevantes. Barbastro es capital comarcal y entrada al Pirineo.El edificio más significativo es la Catedral, construida sobre la Mezquita Mayor, entre los años 1500 y 1532, bajo la dirección de Juan de Segura,. Tiene planta de salón, con tres naves separadas por esbeltos pilares, bóvedas de crucería y ábside central poligonal. Destacan algunos elementos barrocos de las capillas. La torre es de principios del siglo XVII.La Plaza del Mercado está rodeada de rústicos soportales adintelados. Conserva todavía reminiscencias del zoco árabe. En él se celebra mercado de frutas y verduras. Destacan también dos palacios de estilo renacentista aragonés: el palacio Episcopal y el edificio de la UNED. En la iglesia de San Juan se puede visitar el Museo del Vino.Barbastro es la capital de la mitad oriental de la provincia de Huesca y una ciudad relevante en la historia desde tiempos remotos. En sus calles se pueden encontrar las huellas arquitectónicas de diferentes siglos: la catedral, el coso, el mercado… Posee interesantes museos y una rica cultura autóctona. Sirve de entrada al Parque de la Sierra y los Cañones de Guara, famoso por sus barrancos y por la rica fauna que alberga. Además, la villa centra la producción de los vinos de dominación de origen Somontano.

Categories: Aragón, Heráldica geográfica

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