Linaje muy antiguo. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la batalla de Alarcos donde Alfonso VIII, rey de Castilla,
fue derrotado en 1195 y donde el propio rey acompañado de sus huestes, entre las que formaban parte miembros de esta familia, resistieron heroicamente aunque posteriormente fueron excomulgados por el papa Celestino III. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de las huestes de los tercios de Nápoles, mandados por D. Fernando de Toledo duque de Alba, que hostigaron en 1557 a las tropas del Duque de Guisa que fueron derrotas sin presentar batalla y obligadas a retirarse otra vez a Francia con deshonra y oprobio.
Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Cabano. Son sus armas: En sinople, una banda, de gules, perfilada de oro y engolada en cabezas de dragantes del mismo metal, acompañada en lo alto de una estrella de seis puntas, de plata. El estudio del escudo heráldico familiar nos «habla» de quienes formaron el origen de la familia Cabano, pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento banda quiere decir que pertenecieron a órdenes militares de caballería. Los esmaltes del arma de los Cabano pregonan los siguientes valores: el Sinople señala las características de la familia a las que fue concedido el escudo de armas que describimos y son tales como el vigor, el afán de victoria y el alto aprecio al honor y a la amistad, además otras características les enriquecieron como la alegría, esperanza, abundancia y caridad, tal es el significado de este esmalte que significa tierra