Historia de la heráldica.

Presentamos una enciclopedia que encamina sus pasos a través de la historia de la heráldica, desde sus comienzos, las preguntas mas frecuentes y resolución de los temas de consulta mas comunes

Las baronias

Este título nobiliario ha sufrido las varias etimologías que se han propuesto sobre la voz «Barón». Unas, la hacen descender del latín, «Baro» es decir, hombre valiente, caballero que acompañaba al rey en los combates, ciertamente que se utilizó para designar a las personas del género masculino, no sólo de esta condición, sino como hombres de guerra. Pero otra etimología hace derivar «Barón» de una palabra teutónica, «Ber» o «Bahr», que se traducía como «Señor». Digamos que en Francia existieron los denominados titulos de «Alto-Barón» que dependían directamente de la Corona y hay el antecedente de que la palabra «Ber» fue durante muchos siglos utilizada como «Berón» en documentos franceses. En épocas remotas, «Barón» significaba Duque, Capitán o Caudillo; Marqués que defendía una frontera; compañero de armas del rey; vizconde o substituto de Conde o Señor de un castillo y territorio. Así se entendía en Francia y el apelativo de…    read more 

Títulos y señoríos.

En la Nobleza existe una división: la de sangre y la de privilegio. Pero hay otra distinción, no menos importante, que es aquella que separa a la simple nobleza, traducida en el apellido, de aquella otra titulada, es decir, Señor, Barón, Vizconde, Conde, Marqués o Duque. Esta es la que se denomina nobleza titulada. Hoy en día se trata de titulación honorífica a la que no acompaña la concesión de privilegios ni donación de tierras. Poseer un título de nobleza no exime del pago de tributos al Estado como ocurría en otros tiempos. No es como en la antigüedad en la que sí se tenía muy en cuenta la calidad del título, su origen, la importancia feudal, etc. etc. Dando esto por aclarado, pasemos a examinar los distintos grados de la nobleza titulada. Aunque brevemente, hablaremos primero del título de Príncipe que en España no se concede nada más que…    read more 

Justas y torneos

Cuando se habla de justas y torneos, para aquellos no demasiado conocedores del tema, se puede caer en el error de creer que unos y otras constituían la misma cosa. No es así: entre ambas existían diferencias muy apreciables que resulta interesante destacar. Lo que sí es cierto es que tanto justas como torneos parece ser que en su origen fueron una especie de juegos bélicos derivados de otros de mayor antigüedad, por ejemplo, los combates de gladiadores en la Roma imperial. Y es cierto también que, con anterioridad a la Edad Media, los pueblos escandinavos y germánicos practicaban también cierta clase de juegos bélicos que, en resumidas cuentas, no eran otra cosa que torneos; y muestras de ello pueden encontrarse no sólo en la Mitología escandinava sino en las Sagas germánicas. Retrocediendo aún más en el tiempo, y dejando aparte las competiciones deportivas de Olimpia, los griegos ya conocían…    read more 

Reglas heráldicas.

Como en todo, existen unas Reglas Heráldicas, que son inmutables, sobre la ciencia del Blasón. No se trata de imposiciones a cada caso particular sino que son inherentes a toda la Heráldica en general. Las Armerías no pueden crearse al capricho de cada uno, sino que siempre obedecen a ciertas normas que afectan a todas ellas. Muy cierto, y lo veremos más adelante que, en ocasiones, estas reglas han sido y son, quebrantadas con el único resultado de producir el confusionismo en todos aquellos que no se encuentran impuestos en las citadas Reglas. Estas normas son: Ley Primera: En el arte heráldico, la primera Ley se basa en que jamás debe ponerse en los escudos metal sobre metal, ni color sobre color. No es tolerado que, por ejemplo, sobre campo de oro del escudo, se ponga una figura, la que sea, también de oro. Ni tampoco si este campo es…    read more 

Gentilhombres

La categoría de hidalgo castellano, Ricohombre, Gentilhombre o Infanzón, ha quedado suficientemente explicada en capítulos anteriores, con las variantes que dichos títulos implicaban, de acuerdo a las regiones donde quedaron implantados. Así, hemos visto como la palabra y dignidad de «infanzón», originaria de Castilla, fue cayendo en desuso hasta quedar prácticamente reducida a su utilización en el reino de Aragón, aunque bien es cierto que en Castilla no desapareció del todo y basta el ejemplo de los denominados «Infanzones de Illescas», dignidad que se ha mantenido a través del tiempo llegando hasta nuestros días. Pero en Cataluña, la hidalguía mantuvo unas características especiales, que, aunque en el fondo no se diferenciaban excesivamente de la existente en otras regiones españolas, contenía unos rasgos específicos de aquella región. La clase de los gentilhombres, en catalán denominada, «Homes de Paratge», tiene su origen en los primeros tiempos de la Reconquista en Cataluña, según…    read more 

Heráldica eclesiástica

Que en la Edad Media cuando comenzaron a usarse los blasones en Europa; precisamente en una época de sentimientos religiosos exaltados, de predicamento de los simbolismos, de una poesía heroica nacional, de la época dorada de la caballería, de arte grandioso, al tiempo que la fe se combinaba con supersticiones inexplicables, pero con la nobleza y la caballería en todo su apogeo y de ahí el entusiasmo con que se acogió la aparición del blasón que era a la vez, tradición familiar, premio a los hechos heroicos y caballerescos, honor y valor. Esto es, los valores morales arraigados en la sociedad de entonces. La sociedad, en aquellos años, vivía, bajo todos los aspectos, en una ingenua naturalidad. El blasón significó para ella, el patronato, la jerarquía y se hizo de él libre ostentación. Todavía no se estimaba el blasón como de uso exclusivo de la nobleza y por eso no…    read more 

Soporte