MAHON

2 abril, 2011| Estudios Heráldicos

De plata, un castillo de piedra puesto sobre ondas de azur, surmontado de escusón de oro y una corona, acotado de una inscripción, de oro.

Pero Mahón es también testigo de las huellas dejadas por las diversas culturas que la poblaron a lo largo de su historia. Así, en los alrededores de la ciudad pueden visitarse yacimientos como el de Trepucó, donde se conserva una de las mejores muestras del arte prehistórico de la isla.

Otro de los atractivos de la capital es, además de las numerosas calas vecinas, su ubicación junto al Parque Natural de S’Albufera des Grau, I’lla d’en Colomi i el Cap de Favàritx, uno de los ecosistemas más importantes de Baleares.
Cuenta la tradición que Mahón fue fundada por el general cartaginés Magón, hermano de Aníbal. No obstante, lo que sí es seguro es que tanto el actual enclave de la ciudad como el resto de la isla de Menorca han estado poblados, a lo largo de su historia, por distintas civilizaciones. Ya en el 2000 a. C. existían asentamientos humanos en la isla, que han legado un importante patrimonio arqueológico, como los talayots (monumento megalítico con forma de torre) y las navetas (construcción funeraria en forma de nave invertida). Bajo dominio del Imperio Romano, a partir del año 123 a. C., el enclave comenzó a cobrar una gran importancia estratégica, de tal forma que en el 73-74 d. C. el emperador Vespasiano declaró municipio a la colonia de Mago (actual Mahón). Con la llegada de los árabes, la ciudad se convertiría en un destacado puerto mercantil del Mediterráneo, hasta que el rey cristiano Alfonso III conquistara la isla en 1287. Siglos después, en el XVIII, la ciudad recobraría su esplendor tras convertirse en la capital administrativa durante la soberanía británica de la isla.

La ciudad
En las calles que configuran el casco antiguo de Mahón puede contemplarse un buen número de casas burguesas y edificios históricos, especialmente en torno a las plazas de Colón, Sant Francesc, Conquesta o Miranda.
Una de ellas, la céntrica plaza de España, reúne importantes monumentos. La iglesia de Santa María, de estilo gótico, fue construida en el siglo XIII y posteriormente remodelada en el XVIII. En el exterior del templo, el mayor de toda la isla, se alza un esbelto campanario, mientras que en su interior se puede admirar un órgano que data del siglo XIX y que destaca por la calidad de su sonido.
Junto a la iglesia se alza el Ayuntamiento, edificio conocido también como Sa Sala. De estilo renacentista, la fachada consistorial se encuentra presidida por el reloj que el primer gobernador británico, Richard Kane, trajo a la isla. Entre las dependencias interiores, merece especial atención el salón de plenos, en el que aparecen retratos de los hijos ilustres de la ciudad.
La iglesia del Carmen, ubicada en la plaza del mismo nombre, es otro de los edificios religiosos más emblemáticos de Mahón. Este templo fue levantado en el siglo XVIII en estilo neoclásico y alberga en su interior un bello claustro barroco.
La ciudad cuenta, asimismo, con espacios aptos para el paseo. El peatonal Carrer Nou se encuentra jalonado por numerosos comercios de artesanía local. Más abajo, los más de 5 kilómetros de puerto natural ofrecen una amplia zona de esparcimiento, con abundantes restaurantes, bares y terrazas. En los alrededores del puerto es posible visitar las destilerías de gin mallorquín (bebida aromatizada con bayas de enebro), que siguen el método tradicional de elaboración inglés.
Los museos de Mahón
La iglesia de Sant Francesc, antiguo convento franciscano de Jesús (ss. XVII-XVIII), es la actual sede del Museo de Menorca. A través de sus diferentes salas, es posible acercarse a la historia y las costumbres del pueblo menorquín.
De gran importancia en la vida cultural de Mahón es el Ateneo Científico, Literario y Artístico, que alberga interesantes colecciones de cartografía, fósiles y cerámicas.
En la parte sur de la bahía se puede visitar el Museo Militar, que ocupa el antiguo polvorín del castillo de San Felipe. La exposición se centra, principalmente, en la historia de las fortalezas de San Felipe y La Mola.
Alrededores y gastronomía
En los alrededores de Mahón se encuentran algunos de los yacimientos prehistóricos más importantes de la isla. Pocos kilómetros al sur de la capital se puede visitar Trepucó, un primitivo poblado que conserva una de las mejores taulas (monumento megalítico en forma de T) de las Islas Baleares. Otras opciones pasan por acercarse a Torelló, donde se encuentra la basílica paleocristiana de Es Fornàs de Torelló, o bien al asentamiento de Talatí de Dalt, con taula y varios talayots.
La costa menorquina cuenta con importantes complejos turísticos. En la costa de Sant Lluís, al sur de Mahón, se encuentra Binibèquer Vell. Su construcción sigue los cánones de la arquitectura tradicional isleña y posee playas como las de Binidalí y Binisafúa.
Recorriendo el litoral sur, aparecen otros enclaves costeros como Cala En Porter y Cala Galdana.
En el interior de la isla, merece la pena acercarse a Alaior. De su casco antiguo sobresale la iglesia de Santa Eulàlia y la iglesia de San Diego, ambas del siglo XVII. Pero la localidad es también conocida por sus monumentos prehistóricos, como la tumba megalítica de Roques Llises o la Torre den Gaumes.
La costa oriental de Menorca alberga la principal zona húmeda de la isla, el Parque Natural de S’Albufera des Grau, I’lla d’en Colomi i el Cap de Favàritx. El centro del parque lo constituye una laguna costera de escasa profundidad que se convierte en un perfecto observatorio de aves marinas.
El insólito entorno natural y cultural que ofrece la isla, unido a un desarrollo socioeconómico sostenible, permitieron en 1993 la declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera.
La gastronomía menorquina tiene en la mahonesa su salsa más internacional, elaborada a base de huevo, aceite y ajo. Algunos de los platos más típicos de la isla tienen sus ingredientes principales en el mar, como la caldereta de langosta y el perol de sèpia al forn. De postre, puede saborearse un queso con Denominación de Origen Mahón.

Categories: Baleares, Heráldica geográfica

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