De gules, un castillo de oro, cimadas sus dos torres con una figura masculina y otra femenina, al pie un poblado puesto sobre aguas de azur y plata. Bordura general partida, la mitad diestra de púrpura componada con el yugo y las flechas, de oro; la mitad siniestra de sinople, componada con el yugo y las flechas, de oro.
La ciudad fue fundada por los fenicios, quienes construyeron un poblado cerca del cerro donde hoy se encuentra la Alcazaba. Durante la época de los romanos, Málaga gozó del privilegio de ciudad confederada de Roma.
La ciudad vivió una de sus etapas de mayor progreso bajo el control de los árabes. En 1487 la ciudad es conquistada por los Reyes Católicos. Fue esta una etapa de imparable decadencia.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, en Málaga nace una alta burguesía en torno a dos grandes familias: la de los Larios y la de los Heredia, que convierten a la ciudad en el segundo centro industrial de nuestro país.
En la actualidad, Málaga sigue creciendo. El gran milagro de Málaga ha sido el desarrollo de la Costa del Sol, que la ha convertido en capital mundial del turismo.