Por experiencia he visto, dejando lo que en muchas partes he leído, el gran bien que es para un alma no salir de la obediencia. Habiendo dado su Majestad, por su bondad, dado luz de conocer el gran tesoro que está enterrado en esta preciosa Virtud, he procurado, aunque flaca e imperfectamente tenerla. Según el Padre Rafael María López Melus, carmelita, en su libro «El escudo del Carmelo», en el año 1.899, el anónimo «Un amigo del Carmelo» escribía un artículo sobre las Armas del Carmelo con aire de estudio crítico. «Es bastante difícil precisar exactamente el origen del blasón de los carmelitas y señalar en que época ha sido adoptado por la Orden, pero todo conduce a creer que esto fue en el inicio del siglo XII, cuando la primera Cruzada llevó a Tierra Santa–cuna de la Orden–a estas multitudes europeas que se distinguían entre ellas al menos por… read more