Hay en Galicia, en la provincia de Pontevedra, dos lugares del nombre Cabada, fundados sin duda por hijos del ilustre linaje de la Cabada, antiquísimo y originario de la Cantabria, de donde se extendió en Galicia, y después en varios otros puntos de la Península. Don Antonio de la Cabada fue uno de los capitanes que sirvieron en las guerras de Cataluña, distinguiéndose principalmente en el terrible sitio de Tarragona, año de 1641. Don Juan de la C. tomó gran parte en favor de los Borbones cuando las guerras sangrientas de Sucesión, sufriendo por ellos persecuciones, confinamientos y otros muchos disgustos de parte de los adictos al archiduque de Austria; pero Felipe V premió su celo, valor y lealtad otorgándole privilegio perpetuo de hidalguía para sí y para sus legítimos descendientes.